En las aguas del río Paraná, un nuevo horizonte comienza a dibujarse, al menos en el papel. La reactivación de las obras de la represa Añá Cuá en Ituzaingó, Corrientes, ha sido confirmada por los directores de Argentina y Paraguay tras una reunión reciente en Asunción. Sin embargo, la fecha de inicio aún permanece en un misterio que se niega a despejarse. A día de hoy, la construcción se encuentra apenas en un 40%, habiendo sufrido un parón significativo desde la llegada al poder de Javier Milei.
- Los directores de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) aseguran que las obras seguirán adelante.
- Aña Cuá permitirá aumentar la capacidad de generación eléctrica de Yacyretá en unos 80 millones de dólares anuales.
- Se prevé la creación de más de 900 empleos en ambas márgenes del río.
- La primera turbina Kaplan podría estar operativa en 2028.
- El proyecto se alinea con las metas de desarrollo federal y generación de empleo genuino.
La junta ejecutiva de la EBY ha dado el visto bueno a las garantías presentadas por el consorcio Aña Cuá WRT, formado por Webuild, Rovella y Tecnoedil. En un ambiente de expectativas y esperanzas, los directores ejecutivos de ambos países, Luis Benítez Cuevas de Paraguay y Alfonso Peña de Argentina, resaltaron los logros técnicos y administrativos alcanzados hasta el momento. Un avance que, según ellos, asegura la reanudación completa de los trabajos en el sitio.
La importancia de la continuidad de Añá Cuá trasciende lo técnico; representa una oportunidad clave para el desarrollo energético y económico de la región. Estimaciones iniciales sugieren que la obra podría incrementar la capacidad de generación eléctrica en un valor aproximado de 80 millones de dólares anuales. Este impulso no solo enriquecería la matriz energética binacional, sino que también contribuiría a una economía más sustentable para la entidad.
Es menester destacar que la reactivación del proyecto promete un efecto dominó en las ciudades de Ayolas y Ituzaingó. Se anticipa la contratación de más de 900 trabajadores y la movilización de proveedores locales, generando un impacto positivo que podría cambiar el aire de la región. Los directores informaron que el avance en los componentes electromecánicos es notable y, si los plazos se respetan, la primera de las tres turbinas Kaplan podría comenzar a funcionar en 2028.
“Estamos muy contentos por este paso trascendental que estamos dando. Aña Cuá representa mucho para nuestros dos países: más trabajo, más ingresos, más comercio y, sobre todo, más energía, que es lo que necesitamos para desarrollarnos y atraer inversiones industriales”, sostuvo Benítez Cuevas. Un eco de optimismo que resuena en ambos márgenes del río.
Alfonso Peña también añadió que la obra es estratégica y está en consonancia con los objetivos de desarrollo federal y una gestión eficiente. “La continuidad de Aña Cuá refleja una decisión política firme y sostenida: avanzar con proyectos que generan energía limpia, empleo genuino y desarrollo federal. Este emprendimiento fortalece la integración con Paraguay y demuestra que, cuando los recursos se administran con criterio, es posible concretar obras que transforman realidades y promueven el progreso de ambos países”, concluyó el director argentino.
