La foto viaja más rápido que cualquier cable diplomático. Horas después del encuentro entre Javier Milei y Donald Trump, Sergio Massa eligió el carril doméstico: un mensaje en X, tono sobrio, y una defensa sin rodeos de la Argentina productiva. El exministro y líder del Frente Renovador corrió el eje del zoom internacional para volver a una escena conocida: trabajo, industria, universidades, campo. La soberanía, dijo sin decirlo tantas veces, está ahí.
- Massa reaccionó en X tras la reunión Milei–Trump con un mensaje en clave productiva y de soberanía.
- Remarcó el valor del campo, la industria, las PyMEs, el trabajo y la investigación como motores del país.
- Atravesó el debate Gobierno–oposición con el contraste entre “economía real” y especulación financiera.
- Acompañó el posteo con un video que apela a la identidad y al orgullo nacional.
- El foco político buscó hablarle al adentro: empleo, inclusión y desarrollo como hoja de ruta.
Un mensaje hacia adentro
En su publicación, Massa puso nombres propios a una idea sencilla: “Nuestro campo, nuestras industrias, nuestras PyMEs, nuestro talento, nuestros trabajadores, nuestros investigadores, nuestras familias, nuestras universidades… Eso es lo único que nos va a hacer grandes”. El listado funciona como inventario de una economía real que, en el discurso opositor, debe ser rescatada de la volatilidad financiera. El blanco no aparece mencionado, pero se intuye: la épica de mercado que el oficialismo promueve con más gestos internacionales que acuerdos productivos.
Soberanía como terreno común
La palabra “soberanía” tiene recorrido propio en la política local: no es eslogan, es memoria. Massa la encuadra en términos económicos —empleo, industria, ciencia— y señala un límite frente a interferencias externas. En ese registro, la reunión Milei–Trump opera como pantalla: más que contraponer líderes, desliza dos miradas sobre cómo pararse en el mundo. Una, la del posicionamiento personal y la apertura financiera; otra, la del entramado productivo como resguardo de autonomía.
Industria, trabajo, investigación: la trilogía
El énfasis en las PyMEs y las universidades no es casual. En la Argentina, ese vínculo entre fábrica, taller y aula explica buena parte del empleo formal y de la innovación que sostiene exportaciones y desarrollo regional. El mensaje de Massa reabre un clivaje clásico —producción versus timba— con un lenguaje menos doctrinario y más de vida cotidiana: salarios, máquinas encendidas, laboratorios abiertos.
La pieza audiovisual y el pulso emocional
El posteo llegó con video y una frase de cierre que busca complicidad: “Si me muero, volvería a elegir a la Argentina para nacer y volvería a creer que este es el mejor país del mundo para vivir”. No hay épica grandilocuente: hay identidad. En tiempos donde la política se mide en impresiones y clicks, el gesto apunta a recordar que detrás de la macro hay familias, oficios y saberes. La foto con Trump podrá llenar portadas; el hilo de Massa intenta atar, otra vez, el orgullo a la producción.
