Con la intención de apoyar y facilitar el crecimiento de niños y adolescentes mediante un enfoque de educación no formal, este grupo scout ha estado presente en el barrio El Pilar durante más de 20 años de manera continua.
Apertura de Actividades
El momento de abrir las puertas de este grupo se acerca y las actividades están a punto de comenzar de nuevo. Es fundamental destacar que el Grupo Scout Tupahue, situado en Monroe 709 (Barrio El Pilar, Ituzaingó), se transforma cada sábado en un espacio propicio para el aprendizaje colaborativo, el juego y el desarrollo integral de niños y jóvenes.
Las actividades se reiniciarán formalmente el sábado 22 de marzo, a partir de las 15:00 hs, marcando así el momento del reencuentro. Como es habitual al iniciar un nuevo ciclo, siempre hay lugar para nuevas caras y amigos que deseen vivir esta experiencia educativa que propone el movimiento scout.
A través de sus redes sociales, el Grupo Scout Tupahue, que pertenece a Scouts de Argentina Asociación Civil, ha lanzado una invitación para que niños y jóvenes se sumen este año a las diversas «ramas» o unidades metodológicas: Lobatos (de 7 a 11 años), Rama Scout (de 11 a 14 años), Caminantes (de 14 a 17 años) y Rovers (de 18 a 22 años).
Es importante aclarar ciertos conceptos relacionados con el movimiento scout. Lejos de los estereotipos comúnmente difundidos, los scouts no se dedican a la venta de galletitas ni buscan acumular insignias por completar tareas. Las actividades scout son mucho más profundas, reflexivas y enriquecedoras.
Una propuesta educativa amplia y con acompañamiento adulto
La propuesta educativa de Scouts de Argentina Asociación Civil tiene como objetivo desarrollar las capacidades de quienes participan, y lo realiza a través del Método Scout. Este método es un sistema de autoaprendizaje que, mediante la Promesa y la Ley Scout, el aprendizaje, la acción y la pertenencia a grupos pequeños, fomenta el desarrollo gradual de la responsabilidad y del carácter en niños, niñas y adolescentes.
Dentro del Movimiento Scout, el papel del adulto es crucial. Este se define principalmente como observador, facilitador y creador de espacios de aprendizaje, al mismo tiempo que acompaña el proceso evolutivo de los jóvenes.
Todo esto se alinea con la Misión del movimiento scout, que persigue el objetivo de «contribuir a la educación de los jóvenes a través de un sistema de valores fundamentado en la Promesa y la Ley Scout, para ayudar a edificar un mundo mejor en el que las personas puedan desarrollarse plenamente y desempeñen un papel activo en la sociedad».