En un clima de expectativa y análisis, los municipios de Merlo, Ituzaingó y Hurlingham se han convertido en el reflejo de una realidad compleja para Fuerza Patria. Mientras el escrutinio definitivo avanza, el resultado del domingo pasado deja una historia de contrastes, con una pérdida total de 277.873 votos en comparación a la elección legislativa de septiembre, un dato que, sin embargo, esconde matices en estos once distritos que mostraron un repunte, con estos tres en particular destacándose en la región oeste del conurbano bonaerense.
- Fuerza Patria perdió 277.873 votos en general, pero aumentó en once distritos.
- En Merlo, el partido logró 18.199 votos más, un incremento del 16%.
- Ituzaingó obtuvo 1.279 votos adicionales, representando el 3% del total anterior.
- Hurlingham mantuvo una tendencia positiva en un contexto de competencia ajustada.
- En total, Fuerza Patria retrocedió en 23 distritos, pero la base política en el oeste se mantuvo sólida.
- El impacto de la falta de voto extranjero fue notable en Morón, donde se registró una baja del 7%.
En Merlo, la jornada electoral brindó una sorpresa grata para el oficialismo local. Con un aumento de 18.199 votos, la representación peronista se alzó con un 16% más que en los comicios de septiembre. Este resultado no solo consolida el poder de la gestión actual, sino que se erige como un contraste en un paisaje donde muchos municipios sufrieron caídas drásticas en su caudal de votos. Merlo se reafirma, por lo tanto, como un bastión en esta marea electoral.
Al avanzar hacia Ituzaingó, el panorama, aunque más reducido, también se pintó en tonos positivos. Aquí, Fuerza Patria logró 1.279 sufragios adicionales, un incremento que, aunque pequeño en comparación, representa un 3% de crecimiento en medio de un clima provincial de retroceso. Este leve ascenso no es trivial, ya que refuerza la estructura local en momentos donde la incertidumbre amenaza con desdibujar logros acumulados.
La situación en Hurlingham refleja una competencia más ajustada, pero el resultado fue interpretado como un indicativo del respaldo político en un territorio donde las disputas internas se sintieron con fuerza. A pesar de la rivalidad, la tendencia favorable se mantuvo, sugiriendo que el oficialismo logró articular sus bases en momentos no tan sencillos.
En términos generales, Fuerza Patria no logró sortear la tormenta en toda su extensión, perdiendo votos en 23 distritos, aunque rescatando un crecimiento significativo en otros once, incluidos Berisso, José C. Paz y San Isidro. Morón se destacó por su caída más abrupta, donde se evidenció la ausencia de los votantes extranjeros en un cambio de sistema electoral que afectó en gran medida el resultado.
Así, el caso de estos tres municipios del oeste se convierte en una anécdota notable dentro de un panorama de retroceso provincial. Los intendentes oficialistas han conseguido no solo mantener, sino expandir su apoyo electoral. En un contexto adverso, estos tres puntos geográficos parecen brillar con luz propia, marcando un camino que, aunque lleno de desafíos, reafirma la capacidad de resistencia del peronismo bonaerense.
En definitiva, la geografía electoral de la provincia exhibe una tendencia desigual, donde Merlo, Ituzaingó y Hurlingham emergen como focos de resistencia. Mientras la boleta de Fuerza Patria se desinfla en los grandes bastiones del sur y el norte del conurbano, estos municipios se imponen como ejemplos de una política que, a pesar de las adversidades, logra sostenerse en pie.
