El lunes, cuando todavía esté fresca la resaca electoral, el Ministerio de Justicia quedará sin su titular. Mariano Cúneo Libarona confirmó que se va después de los comicios del domingo. Lo dijo sin dramatismo, con una frase que resumió tanto cansancio como lealtad: se retira contento, agotado, y dispuesto a dar una mano sin cobrar si el Gobierno lo llama. En Balcarce 50 lo daban por conversado hace semanas: se viene un “reseteo” general.
- Renuncia efectiva el lunes, tras las elecciones nacionales.
- Se suma a las salidas de Werthein, Petri, Bullrich y Adorni.
- Motivos: agotamiento personal; “sin causas de corrupción”, aseguró.
- Balance: evitó el ingreso a la lista gris del GAFI.
- Contexto: recortes en género y DD.HH. y fricciones con S. Caputo.
- Lo que sigue: posible fusión con Seguridad; Amerio quedaría en lo judicial.
Un lunes de barajar y dar de nuevo
“Me voy muy feliz. Dejé la vida en la gestión; necesito recuperar mis afectos. De acá en adelante ayudo gratis en lo que haga falta”, le dijo a Infobae. La frase, de corte personal, encaja en un momento de mudanza política: a la renuncia del canciller Gerardo Werthein, confirmada el miércoles, se suman las salidas con anclaje electoral de Luis Petri (Defensa), Patricia Bullrich (Seguridad) y el vocero Manuel Adorni. “Es el momento de hacer todos los reseteos”, deslizó una fuente cercana a Javier Milei.
Una gestión breve y áspera
Penalista de trayectoria, Cúneo Libarona llegó en diciembre de 2023, impulsado por el propio Presidente. En su inventario destaca haber evitado que la Argentina cayera en la lista gris del GAFI, un renglón que encarece el crédito y complica transferencias. Pero su paso también quedó atravesado por la eliminación de programas de género y derechos humanos, y por tensiones con el asesor Santiago Caputo, figura con ascendencia sobre el tablero judicial del oficialismo.
La ingeniería que viene
Desde hace meses en la Casa Rosada se evalúa rearmar el área y hasta fusionar Justicia con Seguridad, una idea que Patricia Bullrich resiste por considerar que enreda la coordinación política. Aún no hay reemplazo definido. Sí asoma la continuidad del secretario de Justicia, Sebastián Amerio, hombre de confianza de Caputo, al frente de lo judicial. Y, si la unificación avanzara después de las elecciones, suena el nombre de Guillermo Montenegro —exjuez federal e intendente de General Pueyrredón— para un esquema nuevo. En la semana que abre, el tablero se mueve; las piezas, por ahora, se acomodan en silencio.
